Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Con una maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas magistrales en un https://aliciaokim824317.xzblogs.com/78868224/impacto-mediático-del-cabezazo-de-zidane